Moltes felicitats Eudald!!
Nos levantamos a las 8 am, nos ponemos monos y nos vamos a la casa de Juli. Hoy toca adobo y de entrada no tenemos ni gota de hambre.
Vistas de los volcanes de Arequipa desde el hotel
A las 9 am nos reciben con un plato de adobo a rebosar. El adobo es carne de cerdo, generalmente chuletas que ha estado unas horas macerando con chicha mora (maíz morado fermentado) y a saber qué otras cosas. Una vez fermentada se cocina con todo el jugo y de ahí al plato. Una sopa súper contundente y unos trozos de cerdo riquísimos.
El adobo
Nos lo comemos todo e incluso mojamos pan. Quien nos diría que íbamos a poder con un plato tan contundente a estas horas. Es que somos de lo más ¿??.
Después del adobo nos prepararon una infusión de unas hierbas típicas para hacer bien la digestión. El Xevi pone cara de no querer pero al final se lo tomo todito. Creíamos que aquí íbamos a volver a Arequipa pero no, no, no. Nos tienen preparado el día completo.
Salimos con la madre, Bruno (el hermano) Alison y Juli, todos en el mismo coche a la campiña arequipeña a conocer los toros de pelea de sus amigos y familiares. Ahí nos reciben 5 personas geniales (una tradición muy arraigada en Arequipa) y vicuñas. Cuando nos llevan al prado y vemos a los toros nos quedamos acojonados, casi una tonelada por animal. Que fuerte!!
El imponente toro
Juli y Bruno con el toro
Nosotros también nos atrevimos a acercarnos un poco más
Chus toma confianza y le da de comer
Xevi con Elvis, el propietario
Una de las vicuñas llamada Paco, que gracioso!! Andaba paseándose entre nosotros y cada vez que intentábamos acercarnos preparaba el escupitajo, así que tocaba escaparse rápidamente. Después de la caña con el capullo de Paco nos reunimos todos en un cobertizo y comenzamos a beber cerveza y a comer camarones con cebolla y limón y maíces típicos. Todo esto a las 10-11 de la mañana. Es una experiencia genial. Son una gente muy agradable y amistosa y nos quedamos más de 3 horas charlando y compartiendo el mismo vaso. Aquí es típico utilizar un solo vaso para la cerveza, al estilo sidra asturiana. Nos fundimos en un amén más de 3 cajas de cerveza de litro y ya estamos medio chiripis. Es que aquí la gente bebe un montón!!
La vicuña Paco
Toda la peña
Nos despedimos de estos nuevos amigos, dejamos a la madre de Juli en su casa y nos vamos a las peleas de toros en un taxi pues si bebes no conduzcas!! Lo cual nos ha tranquilizado bastante.
La familia con sus gorros preparados para ver la pelea de toros
Al llegar al entorno de la cancha comenzamos a encontrarnos con caravanas de coches y miles de personas por todas partes.
El taxista nos deja a medio camino pues ya no puede continuar y avanzamos caminando entre coches y gente. Nos asedian varias personas para vendernos las entradas un poco más caras que en ventanilla per merece la pena pues nos saltamos la cola. Pagamos 13 soles/3,25€ y seguimos avanzando. Cuando logramos divisar la cancha no damos crédito. Está más de medio Arequipa sentado en esa especie de anfiteatro viendo la pelea de toros que comenzó a las 2 pm.
Está lleno de hombres, mujeres y niños comiendo y bebiendo sin parar. Tratamos de buscar una buena ubicación y nos encontramos con los primos de Juli así que esa es la mejor ubicación. Continuamos bebiendo cerveza sin parar mientras que los toros gigantescos van luchando con su cornamenta hasta que alguno de ellos se rinde y sale corriendo. Es un espectáculo muy atractivo que nada tiene que ver con las sanguinarias corridas de toros donde el pobre toro muere si o si acosado por la supremacía del hombre.
Los espectadores con el Misti al fondo
La gradería, los dinos y los otros volcanes
Este es un espectáculo limpio en el que dos animales miden sus fuerzas con las mismas armas, sus cuernos y antes de que suceda nada terrible uno de ellos se retira y el otro sale vencedor.
Nos quedamos viendo el espectáculo hasta el final y la gente nos va explicando como se llama cada toro y las veces que fueron ganadores, etc.
La pelea de toros y los árbitros
No podríamos decir los litros de cerveza que bebió nuestro grupo y… mejor no saberlo. Lo peor de la cerveza es la evacuación pues solo había 4 miserables baños móviles y la espera fue de más de 30 minutos para entrar. Otras personas, sobre todo los hombres no dejaban de regar la Pachamama (madre tierra en quechua) por doquier. Es que a los peruanos no les cuesta nadita sacársela y mear donde sea. Creo que es el peor de sus defectos porque huele a pis en todas partes y es asqueroso.
El Misti al atardecer
Al salir de la pelea volvimos a encontrarnos el caos frente a nosotros, gente y coches por todas partes. El problema es que no hay un mísero taxi por ningún lado y la única opción es caminar. Caminamos durante más de 1 hora y Arequipa queda muy pero que muy lejos. Por suerte como nosotros tenemos cara de turistas un taxista se para para llevarnos a Arequipa, eso sí, por un precio desproporcionado pero le sale mal el invento pues las hermanas interceden y al final nos lleva a cada uno a nuestros correspondientes destinos por un precio menos abusivo.
Ya en el hotel nos damos una buena ducha para sacarnos los kilos de polvo de encima y despejarnos un poco la cabeza. De ahí a la cama. Hemos vivido un domingo típico en Arequipa con su adobo matutino, las peleas de toros y mucha cerveza, chicharrones, palomitas, churros,…
Perdidos por el mundo 