Llegada a Las Vegas

Nos despertamos a las 9 am muertos de calor. A estas horas de la mañana el sol es abrasador y el termómetro ya está en 40 grados. Se nota que estamos en el desierto.

Nos medio acicalamos y emprendemos nuestra último tramo de camino hasta Las Vegas. Nos perdemos varias veces por calles laterales y periféricas y en poco rato ya estamos circulando por la principal. Casi todos los nombres de hoteles nos suenan de haberlos visto en alguna película. Llegar a Las Vegas de día resulta impactante porque es horrible, sin sus luces de neón, cientos de vagabundos y suciedad por todas partes, además de una temperatura casi insoportable.

Las Vegas se divide en 2 núcleos importantes, el Downtown lugar de origen de los casinos y hoteles de lujo (de la época) que se ha quedado bastante cutre, y La Strip, un trozo de desierto en donde el gánster Bugsy tuvo la genial ocurrencia de construir un casino y hotel de lujo, El Flamingo, en los años 40. Después de este comenzaron a aparecer otras construcciones grandiosamente horteras como Luxor, una enorme pirámide de cristales ahumados, Caesar, una especie de Roma imperial que ocupa toda una manzana, Excalibur, el castillo de Camelot con sus torres, Venecia, Paris, New York, … todo lo inimaginable.

Las Vegas se ha convertido en estos últimos años en un gran atractivo turístico, sin ir más lejos la ciudad vive íntegramente del turismo extranjero. En muchas otras ciudades normalmente hay un lugar específico dedicado al público visitante, pero en Las Vegas, Nevada, toda la ciudad es entretenimiento, ocio y diversión. La atracción principal de la ciudad es la zona de La Strip, que pasa por el downtown de la ciudad y su calle principal Las Vegas Boulevard. El Downtown de la ciudad está lleno de atractivos carteles y luces de neon fluorescentes y es la zona más antigua de la ciudad, con edificios, casinos y hoteles de principios de la década de los 50. Los nuevos casinos y hoteles están en la parte Sur de La Strip, mucho más lujosos e imponentes. Los Casinos y sus apuestas son sin dudas, la principal atracción turística de la ciudad.

Vagabundeamos en las sucias calles buscando un lugar para dormir pues no hemos reservado pensando que será fácil y económico encontrar algo chulo, creyendo en la equivocada idea de que Las Vegas es barato. Mentira, mentira!! Aquí ya nada es barato (si algún día lo fue).

Vamos a preguntar a dos Hoteles-Casino y no nos gusta mucho el ambiente además de que es carísimo. La recepción está llena de gente desesperada por dejar sus cosas e ir a apostar y los recepcionistas son de lo más sosos.

Valoramos la situación y decidimos ir a un motel más tranquilo, cómodo y barato. Por 75$/53,5€ tenemos el mismo servicio que en uno de esos famosos hoteles, piscina y ruido y juego solo cuando lo buscamos.

Después de solucionar el complicado tema de dormir nos vamos unas horitas a la piscina, Xevi compra 2 entradas para Mystere de Circ du Soleil para mañana por la noche (es parte el regalo de mi santo), hacemos una siesta y al anochecer, nos ponemos monos y vamos a conocer la ciudad.

Nuestro motel está en el centro de la calle principal pero igual decidimos salir en el coche. Aparcamos en el Treasure Island, pues por suerte aparcar es gratis en todos los hoteles, y nos quedamos a ver la batalla naval entre piratas, sirenas y marineros al estilo Piratas del Caribe en sexy. La noche ha transformado totalmente la zona. Hay miles de personas por todas partes y la infinidad de luces de colores llenan de vida una ciudad que horas antes estaba aparentemente muerta.

El MGM justo delante del hotel

El Treasure Island

Hay un montón de elegantes puentes que unen los hoteles entre sí, atravesando las calles de un lado a otro. Decidimos visitar varios, pues realmente aunque sea cartón piedra y a veces de mal gusto también resulta fascinante. Comenzamos por el Palazzo y atravesamos los puentes que llevan al Venetion The Gran Canal Shoppes, todo al estilo veneciano, con grandes cascadas, fuentes e incluso góndolas. Un lujo esplendoroso. De ahí continuamos por el Harrah’s, el Imperial Palace, el mítico Flamigo con su pájaro entre rosa, dorado y rojo iluminando todo el frontal del edificio, el Bally’s y el París.

El Palazzo

Cruzando el puente hacia el Venetian

El Venetian

Y por dentro

El Flamingo

El Bally’s con la torre Eiffel al fondo

En Las Vegas parece que todo está cerca pero es tan grande que hay que caminar bastante así que nos quedamos en un restaurante con terraza en París, bajo la iluminada Torre Eiffel, al lado del Arco de Triunfo y la Ópera. Todo un lujo!!

El París

Nos sentamos en una mesita al lado de la calle mientras disfrutamos de unos exquisitos mejillones a la marinera y un sabroso entrecot a la pimienta y a la bordelesa. Vamos viendo ir y venir gente constantemente, mucho pero que mucho friky que ha sacado del armario el atuendo más extravagante para intentar llamar la atención en Las Vegas, cosa imposible pues siempre hay alguien que supera al anterior en hortera.

Los mejillones a la marinera. Buenísimos!!

Cenando delante del Bellagio

Después de la rica cena, amenizada por la jungla callejera, continuamos caminando de regreso al coche no sin antes admirar una y otra vez la gran obra parisina en medio de Las Vegas. No se han dejado ni un detalle!! Dos chateâus además de todo lo mencionado hecho con bastante buen gusto.

Cruzamos el enorme boulevard y caminamos al lado del Bellagio, un edificio impresionante y enorme en cuyo frente se ha reproducido el Lago di Como, con restaurantes italianos y tiendas de lujo en la orilla. De hecho cuando subíamos en el coche hasta el Treasure Island vimos un fantástico espectáculo de agua y sonido que parece ser repiten todos los atardeceres.

El Bellagio

Después comenzamos a encontrarnos con estatuas romanas que indican que entramos en el territorio del Caesars Palace, un impresionante hotel y casino construido como una mezcla de Roma Imperial y la actual, con falso mármol, enormes galerías de tiendas lujosísimas, grandes y a veces de mal gusto fuentes mitológicas, espectáculos en vivo como el de Cher o Luis Miguel que se celebran en al Coliseo y una enorme piscina rodeada de grandes estatuas romanas de gusto discutible… Después de todo este imperio vamos adentrándonos en el Mirage, un hotel de lujo con un edificio precioso rodeado de una jungla tropical con una gigantesca y ruidosa cascada. Parece ser que tienen incluso un enorme acuario, tigres blancos, leones y delfines pero que no vamos a ver. Pobrecillos que estrés!!

El Caesar Palace

El Mirage

Por fin después de la extenuante caminata entre tantas ciudades diferentes y cutrerío de gente atravesamos el enorme pasillo enmoquetado del Treasure Island, dejando atrás máquinas de juego de diferentes tipos,  volvemos al coche camino al Motel. Hoy no apostamos nada. Según Xevi “Avui no tenim la ma calenta” je, je!!