Explorando Don Det y Don Khon
Posted by chus y xavier en 23 marzo 2010
Nos despertamos tarde, buscamos un bonito sitio para desayunar y con las pilas cargadas comenzamos nuestra caminata a través de Don Det hasta la Isla de Don Khon. Atravesamos las cabañitas de los lugareños y vemos como la mitad de la Isla está en obras, más y más bungalows para turistas, en unos años será posiblemente un caos pero por ahora es un lugar muy encantador, los únicos vehículos son las bicicletas, alguna que otra moto y las embarcaciones de popa larga bastante diferentes a las de Tailandia pero igual de fascinantes. Hace solo un año que ha llegado la electricidad así que el tema eléctrico a veces falla un poco y el aire acondicionado no existe, suerte que hay ventiladores y el enorme río para darse chapuzones pues el calor es totalmente insoportable.
Las cabañas de los lugareñosGasolineras de última generación
Baños realmente públicos
Un niño va a buscar agua al río …
… Otros juegan en el agua …
… los bueyes se adueñan de los caminos …
… Y las barcas no paran de transportar gente de un lado a otro
El paisaje es idílico
Cuando llegamos al puente ferroviario para cruzar a Don Khon vemos que hay que pagar 20.000LAK/2€ por día así que nos hacemos los longuis, aceleramos el paso y todavía no sabemos cómo pero nos hemos colado. Es que 20.000LAK/2€ es mucha pasta para cruzar un puente, eso sí los locales pagan solo 5.000LAK/0,5€ aunque hemos estado espiando y la mitad pasan de largo. Vaya chanchullo que tiene esta gentecilla!!
El puente del antiguo ferrocarril
La moneda nacional en Laos se llama Kip e igual que en Camboya solo existen los billetes así que es una pena pues no podemos seguir con la colección de monedas para Didac.
El dinero laosiano está más valorado que el de Camboya y casi todo se paga en kips aunque los valores grandes se pueden pagar también en dólares. Como en la isla no hay cajeros automáticos, no nos queda otra que hacer cambios bastante poco favorables para nosotros, es lo que tienen las islas que todos se aprovechan un poco de su condición de “aislamiento”.
La Isla de Don Khon es igual de encantadora que Don Det, con su infinidad de palmeras a la orilla del río, los búfalos acuáticos dándose un refrescante baño y unas espectaculares cascadas perdidas en un recodo del Mekong. Debido a la popularidad de estas cascadas en Don Khon hay un poco más de ambiente y por desgracia unos ruidosos y feos vehículos a motor para llevar a los turistas a fotografiar las cascadas.
La orilla de Don KhonLos búfalos dándose un refrescante baño
Como siempre llegamos al entorno cuando ya no queda nadie más que los vendedores de suvenires y bebida fría. Disfrutamos del sonido de los saltos de agua de Tat Somphamit, las fantásticas y caudalosas cascadas que nunca nos imaginaríamos encontrarnos aquí y menos ahora, la época más seca del año.
Las sorprendentes cascadas de Tat Somphamit
Bordeamos el río hasta que llegamos a una escondida piscina natural, descendemos por unas empinadas rocas y nos bañamos con miles de pececillos que se dedican a mordisquearnos los pies a modo de Fish Spa pero gratis.
La piscina natural donde nos bañamos
Desfrutamos de la soledad del momento y emprendemos el camino de vuelta a Don Det, el llegar a la entrada del puente aprovechamos que el cobrador está liado intentando cobrarle a 4 turistas y aceleramos el paso hasta el otro lado, una vez más hemos podido pasar sin pagar y como nosotros seguro que muchos otros. Si realmente pagar fuese obligatorio pondrían una barrera u otro sistema más eficaz pues la gente que pasa en moto ni se entera que hay que pagar, pero si caen unos cuantos despistados al día ya les va bien para seguir construyendo casas y bungalows.
De nuevo en nuestra tranquila Isla aceleramos el paso hasta la parte norte, el lugar donde estamos alojados, buscamos una mesa en una terraza con vistas al Mekong y volvemos a dejarnos seducir por el fugaz momento de la puesta de sol, todo un ritual que consigue hechizarnos cada día.
Otra impresionante puesta de sol
anna said
Hola nois, veig que ha valgut la pena passar el “calvari” de viatge per arribar a aquestes dues illetes, son fantàstiques aquestes fotos i realment desde la civilització europea sembla que estigueu en un altre mon. M’ha sorpres veure que tot esta molt i molt net, i la bentzinera es impactant… realment ens esteu fent descobrir indrets que mai hagués imaginat!
Una abraçada
Anna M.
MARTA said
No em vull ni imaginar que a mig banyar-te et surti un búfal d’aquests per saludar-te…..
Que boniques aquestes dues illes, semblen de pel·lícula. És difícil creure que existeixin llocs així, amb tanta calma i sense les presses cotidianes de la nostra civilització.
Molts petons,
Marta