Salimos a las 10:30 de Padangbai y tardamos casi 5 horas en llegar a Kuta, una verdadera locura sobre todo en el cambio de terminales de Denpasar. Confirmamos nuestros pensamientos en cuanta a los balineses; casi todos son odiosos!!
En Bali dejamos el islamismo y volvemos al extravagante hinduismo Aquí el gato es el rey. Protege o se come las ofrendas? Abandonamos nuestras apestosas y viejas chanclas En la playa vemos como dos mujeres arrastran a un tiburón muerto. Suerte que es de los inofensivos!! Bali y sus mil y una ofrendas Más fantásticas flores … Algunos niños, aún sin viciar, al salir de clase Más y más extraños diosesUn mercado local balinés … … Y más ofrendas por todas partes
Llegamos a destino sobre las tres del mediodía y nos dejamos en transporte 28.000 IDR/2,6€ cada uno después de mucho luchar. Nos alojamos en el mismo hotel (390.000 IDR/35,5€) de cuando estuvimos en Kuta, recogemos el equipaje que nos habían guardado y nos damos una buena ducha de agua caliente, un bien que escasea por estas tierras y que es algo así como un súper lujo!!
Nos pasamos la tarde corriendo de tienda en tienda comprando los últimos regalos al mejor precio, riéndonos de los balineses y descargando como podemos los ataques de ansiedad. Queda casi nada para volver a casa y estamos que no nos lo creemos.
Una vez hechos todos los “deberes” nos vamos a cenar al Nero, un viejo conocido donde se acuerdan de nosotros y vuelven a tratarnos de maravilla. Disfrutamos a tope de nuestra última cena en Bali!!
Hoy es nuestro último día en Indonesia y también el último día de este periplo que ha durado exactamente 14 meses. Mañana a las doce del mediodía nos subiremos en un avión rumbo a Bangkok (140€ los dos), de ahí otro a Nueva Delhi en India (382€ los dos), un país que aún no hemos podido conocer. Pasaremos toda la noche en el aeropuerto y a las siete de la mañana volveremos a subirnos a un avión que nos dejará en Moscú, ahí unas cuantas horas más de espera hasta que por fin a las ocho de la tarde nos embarcaremos rumbo a Barcelona (413€ los dos, súper precio de derribo) a donde llegaremos si todo va bien sobre las once de la noche. Un largo, larguísimo viaje de vuelta que seguro durará una eternidad, fisicamente unas cuarenta y pico horas, pero la recompensa a la ansiada llegada estará esperándonos en el aeropuerto donde por fin empezaremos a disfrutar de los nuestros.
Nos olvidaremos del blog por casi un mes y el 29 de junio comenzaremos nuestra última etapa de este periplo por el mundo, hasta ahí disfrutaremos de cada día en casa, con nuestra familia, nuestros amigos, nuestros platos preferidos y comenzaremos también a asimilar la gran ausencia de nuestra querida Luiña.
Mañana nos despediremos de una pequeña parte de Indonesia; Bali y Lombok dos islas que nos han ofrecido bastante poco, súper viciadas con el dólar, con una gente por lo general muy usurera y poco amable y que salvo que se visite en viaje organizado, con todas las facilidades, grandes resorts y complejos hoteleros con playas privadas, Bali deja mucho que desear. A sus playas y a su gente le falta el encanto y carisma de Tailandia o cualquier otro lugar del Sudeste Asiático. Lo mejor de estas tierras son sus verdes campos de arroz en contraste con palmeras, plataneros, volcanes y templos coloristas que permiten hacer falsas fotos de postal, esas que todos tenemos en nuestro imaginario, pero solo son poses, momentos fugaces y vacios. Afortunadamente tienen una riquísima comida o es que venimos de Myanmar??
Lo mejor de Bali y Lombok ha sido conocer a Pablo y Begoña con los que hemos compartido muy buenos momentos y practicado la convivencia para la vuelta a casa.
La conclusión es que en este lugar del mundo hemos tenido que luchar demasiado para encontrar los pequeños tesoros escondidos de Bali y Lombok y por suerte todavía hay un pequeño trozo de tierra llamado Gili Meno que merece el título de paraíso terrenal.
…Continuará!!