Felicitats Eva!!
Hoy continuamos con nuestro regreso a casa. Damos un pasito más y volvemos a saltar a Bali. Solo quedan dos días para subirnos al primero de los varios aviones en nuestro viaje de vuelta.
Tras el último baño en las turbulentas aguas de Senggigi y un buen desayuno comienza nuestra odisea de regateos y bemos hasta el puerto de Lembar. Reconocemos que tenemos tal domino del regateo y tal poder de convicción que cada vez tardamos menos en cerrar los precios por los desplazamientos. Senggigi-Lembar solo por 11.000 IDR/1€ cada uno.
Repostando gasolina al estilo más casero. Aquí los bemos están destrozados!!
A las 2 pm ya estamos en el ferry público (31.000 IDR/2,8€) rumbo a Padangbai. Un barco súper pijo con enormes asientos reclinables y por los que unos usureros de turno quieren cobrarnos 10.000 IDR/0,9€ por asiento, es que no tienen escrúpulos!! Pero a nosotros ya es muy difícil que estos listillos nos “jodan” y cuando le pedimos acreditación deciden intentarlo con otros turistas con los que es posible tengan más suerte. En esta parte del Sudeste Asiático es necesario estar continuamente en alerta, son unos verdaderos ladrones!! Pero como ya lo sabemos nos ponemos música a tope y nos evadimos de la situación. Aprovechamos las 4 horas y media de ruta para seguir actualizando el blog y disfrutamos del atardecer desde alta mar. Precioso ver como el sol se oculta tras los volcanes de Bali después de luchar contra un batallón de negros nubarrones.
La puesta de sol
A las 6:30 pm atracamos en Padangbai y volvemos a la misma guesthouse de hace unos días que por desgracia está llena así que nos olvidamos de nuestra ansiada ducha de agua caliente un día más y nos alojamos en el vecino por 90.000 IDR/8,2€ con desayuno incluido.
Buscamos un restaurante con Internet y mientras cenamos aprovechamos cada minuto para dedicarnos a nuestro diario de abordo que comienza a llegar al fin de la primera etapa. Leemos todos los comentarios de amigos y familia y comenzamos a estar al punto de la taquicardia. Ya queda nada!!
Cenamos mientras actualizamos el blog
Creo que por primera vez en todo el viaje nos morimos de ganas de llegar a casa, de ver a nuestra gente, de ver que todo sigue igual que cuando nos hemos ido.
Estamos ansiosos por volver a mirar a los ojos a nuestros amigos, a los hijos ya enormes de nuestros amigos, por abrazar y besar a nuestros sobrinos, hermanos, cuñados y padres.
Por una vez parece que se haya parado el tiempo, justo ahora que necesitamos que pase volando. Nunca entenderemos quien maneja las agujas del reloj!!
Perdidos por el mundo 