Tenemos el sueño totalmente descontrolado, es peor que el jet lag. Estamos tan cansados del bus nocturno de ayer que nos cuesta recuperarnos. Así que hoy después de desayunar volvemos a tontear a la habitación hasta las 14 horas. Luego salimos a pasear por la ciudad.
La Paz está ubicada en un valle y las casas parece que cuelguen de las laderas de la montaña concentrándose todas en el centro como un gran cráter. Casas grandes y pequeñas, edificios pobres y majestuosos, …
Casas colgadas en las laderas
Cúpula de la Iglesia de San Francisco
Cientos de persona por la calle. Mujeres tradicionales con sus sombreros, mil enaguas, zapatitos de plástico transparente y móvil en mano, lo cual rompe totalmente los esquemas.
Se ve una sociedad donde la mujer es la mula de carga, con el niño, los bultos y al frente de los diferentes puestos de venta ambulante. Una mujer en donde el paso del tiempo aparece marcado en su rostro.
La Paz en una ciudad de grandes cuestas empinadas con las aceras atestadas de puestos de venta de todo lo pensable e impensable (comidas rápidas, souvenirs, bebidas, frutos secos, fruta, fetos de llamitas o bebes de llama disecados). Hay veces que parece que estemos en otra época como por ejemplo cuando nos encontramos unos puestos de escribanos en la calle, redactando cartas a la gente que no sabe escribir.
Escribanos
Las calles son un caos de coches y autobuses destartalados siempre a punto de chocarse pero con un lenguaje de bocinas que solo ellos entienden. Hay veces que pareciera que alguno de esos coches se va a morir subiendo esas interminables cuestas pero de forma milagroso y después de expulsar una buena cantidad de humo contaminante consiguen proseguir su recorrido.
Los autobuses
Hay cientos de furgonetas que hacen la función de buses que pasan por todas partes con la puerta semi-abierta ofreciendo los diferentes destinos. Para nosotros es todo un caos pero la gente local por suerte entiende todo el sistema.
Mientras nos perdemos en las envolventes calles de La Paz vamos dejando atrás cientos de mercadillos e incluso un desfile súper colorista de bolivianos y bolivianas totalmente engalanados. Parece ser que celebran alguna fiesta religiosa y van acompañados de un coche totalmente decorado de forma muy “friki” y una banda de música amenizando el recorrido. Los participantes del “desfile” no paran de bailar mientras suben y bajan esas duras cuestas. Algunos parece que se vayan a desmayar pero de repente aparecen los patrocinadores de coca-cola con sus pantalones raídos y camisetas blancas con un grabado casi ilegible que les ofrecen un vaso de refresco para continuar danzando.
Al final de la marcha, lo cual ocasiona un buen caos automovilístico, continuamos caminando hasta que llegamos a la plaza Pedro de Murillo. Esta plaza marca el centro neurálgico de La Paz, donde se concentran El Palacio Legislativo, El Palacio Presidencial y la Catedral y justo al lado está el Museo Nacional de Arte.
El Palacio Legislativo
El Palacio Presidencial
La guardia del Palacio Presidencial
La Catedral
El Museo Nacional de Arte
La plaza está infestada de palomas a las que todo el mundo les da de comer y a nosotros nos resulta tan asqueroso ver esas miles de palomas revoloteando por todas partes que no podemos adentrarnos así que la bordeamos rápidamente, hacemos las fotos de rigor y nos vamos.
La Paz está celebrando el 200 aniversario de su libertad y dentro de lo que puede está totalmente engalanada, llena de banderas gigantescas de Bolivia y de La Paz y lucecitas de colores como si fuese navidad.
La plaza Pedro de Murillo
Paseamos por la avenida Mariscal Santa Cruz, donde se concentran los edificios de empresas extranjeras y los ministerios (algo así como la Diagonal) y aprovechamos para comer en un Burger King a precio boliviano 63,5 bolivianos/6,3€ por los dos y como tenemos wi-fi aprovechamos para renovar nuestro seguro médico internacional por otros cuatro meses y comprar el billete de avión de Lima a Los Ángeles para el 23 de agosto con una compañía que no nos suena de nada “Spirit” que es una low cost americana que no conoce ni dios, pero el precio es de escándalo 1068 US$/816€ por los dos.
Bonitos edificios en La Paz
El Obelisco en honor a los caídos en combate
Monumento en honor a Cristoforo Colombo
Después de aprovechar la coyuntura de Internet para hacer nuestras gestiones volvemos al hotel pasando par la imponente Iglesia de San Francisco que tiene una enorme plaza que lleva el mismo nombre llena de puestos de venta de instrumentos musicales, ponchos, velas, flores…
Iglesia de San Francisco
Subimos la compleja cuesta de la calle Sagarnaga donde compramos la excursión para mañana a Tiwuanaku por el imbatible precio de 50 bolivianos/5€ por persona con guía incluido.
Después de la súper negociación nos vamos a la calle Linares donde se encuentra el mercado de Hechicería que vende todas las rarezas posibles e imposibles como hierbas, pociones mágicas, fetos y bebes de llama que los locales queman en los porches de sus casas nuevas para tener suerte y fortuna. Además en esta calle hay brujos que leen el futuro con hojas de coca y la baraja española. Vaya exotismo!! Como dice Xevi, “tot plegat es molt extrany”.
Tienda en el mercado de Hechicería con fetos y bebes de llama y otros artilugios
Perdidos por el mundo 