90 días desde que salimos de España!! Amanece un día precioso, totalmente despejado. Así que hoy todo nos parece más bonito. La terraza de la habitación tienen otro encanto y las vistas de Viña son inigualables.
Con el coche vamos bordeando la orilla del mar hasta Reñaca para volver a Valparaíso. El día es soleado pero el mar está totalmente embravecido. Paramos en diferentes puntos de la costa para contemplar olas rompiendo contra las rocas repletas de cormoranes (aquí no vemos gaviotas) o contra la blanca arena que nos imaginamos llena de gente tomando el sol en el verano.
Reñaca es un balneario cuya playa tiene varios kilómetros de extensión en Viña del Mar, en la Región de Valparaíso de Chile. Este balneario del Litoral Central de Chile es conocido por ser un importante centro comercial y de diversiones, en el que existe una animada vida nocturna los fines de semana, en particular durante los meses del verano. Los habitantes de sus diferentes barrios son, en general, de un estrato económico medio y alto. El sector cuenta con una excelente infraestructura hotelera, gastronómica, comercial y turística. Además es relativamente seguro.
Viña del Mar es una ciudad perfectamente cuidada. Limpia y ordenada con los jardines con el césped siempre recién cortado. Hay jardineros municipales por todas partes cuidando todos los detalles. Todo está en su sitio. Los grandes y opulentos edificios en primera línea de mar pero no encima de la arena. Un precioso paseo marítimo lleno de monumentos, fuentes y parques con máquinas de gimnasio al aire libre. Es la ciudad perfecta.
Altos y elegantes edificios en primera línea de mar
Estatua conmemorativa del salto a caballo más
alto de la historia realizado por un militar chileno
Haciendo un poquito de gimnasia. Esto es vida!!
Reloj en la entrada de Viña, viniendo de Valparaíso
En Valparaíso volvemos a caminar por las mismas calles de ayer y el sol reflejado en las casitas genera un ambiente diferente. Subimos los más de 300 empinadas escaleras que llevan a un cerro, desde donde hay unas fantásticas vistas de Viña del Mar y de todo Valparaíso con el mar enfrente.
Vistas de Valparaíso hoy con sol
Museo naval
Edificio de la Armada de Chile
Monumento en homenaje a los Héroes de Iquique
Subida al cerro
Otras vistas de la ciudad
Vamos a comer a J. Cruz que es toda una institución en Valpo (como llaman en Chile a Valparaíso). Es un lugar escondido en el rincón de una calle del centro. Un lugar bastante mugriento, lleno de diversos abalorios, fotos y grafitis en las mesas, sillas, paredes, etc. Ambientado con música folclórica. Es un lugar donde lo feo y anticuado no queda tan mal, pero lo más importante es la comida. Las Chorrillanas, el único plato que sirven y está preparado a base de muchas patatas fritas, cebolla hervida, huevo revuelto y tacos de carne de cerdo. Un rico y sabroso amasijo de calorías.
Letrero que anuncia el local
Puerta de entrada. Que miedo!!
La decoración, imperdible!!
Con el plato de Chorrillanas. Al ataque!!
Después de la comilona dejamos Valparaíso y nos vamos al Valle de San Antonio a visitar la bodega Matetic (7.000 pesos/9,5€ por persona), la primera que pagamos en Chile. Allí nos encontramos con 2 viajeros muy especiales de Inglaterra. Él tiene al menos 75 años y ella puede que se aproxime. LLevan viajando desde enero (7 meses) y aún les queda un mes más. Quien ha dicho que somos demasiado mayores para viajar? Su forma de viajar es un poco diferente, ya que van de capital en capital y en esta ocasión llevan un conductor y guía privados. Eso si que es nivel!! Quien pudiera! y nosotros alquilando la última tecnología de pexiglass china o en autoestop… lo importante es moverse, jejeje!!
La bodega es el capricho de unos millonarios chilenos que han mandado construir una de las bodegas más espectaculares de Chile. Fué construida en 1999 y la intención es armonizar la agricultura ecológica practicada en el viñedo y el paisaje natural del Valle del Rosario que está en San Antonio. El diseño busca el trabajo con el flujo gravitacional, para un óptimo manejo de la uva, para lograr la mayor calidad. El objetivo de esta bodega no es ganar dinero con el vino por lo que hacen poca cantidad y se basan en la calidad siguiendo criterios de sostenibilidad con el entorno y la biodinámica.
Vistas del Valle de San Antonio
Vistas de la viñas de Matetic
Sala de barricas
Probamos 2 de sus vinos. El Corralillo Chardonnay 2008 que pese a sus 14° de alcohol resulta muy fresco y frutal. Una parte del vino pasa 8 meses en barrica de roble francés y así nos encontramos complejidad y volumen con aromas de piña, melocotón, toques florales, vainilla y cítricos.
El Corralillo Merlot- malbec 2006 que permaneció en barrica de roble francés durante un año. Es un vino con aromas a mermelada de guinda, fresas, especias cuero y chocolate. En boca salen frutas rojas, frutos secos y confitura. Resulta un vino con mucho carácter y elegancia.
Volvemos a Santiago a tiempo para dejar el coche y en el hostel llamamos para que vengan a recogerlo. Cuando Xevi lo enciende para ir a aparcarlo a un lugar seguro resulta que no funciona. No se enciende, las luces se vuelven locas y nosotros estamos a punto del infarto. No entendemos nada. Estos coches chinos!! Nos quedemos al lado del coche esperando al de la agencia fingiendo no saber nada e imaginándonos lo peor, que se van a quedar con el depósito de la fianza de 800 US€/615€.
Llega el señor, nos saluda efusivamente, nos pregunta que tal con el coche y nosotros contestamos al unísono que genial, que gasta poco combustible, que se puede aparcar en cualquier sitio y blablabla. Lo revisa por si tiene algún golpe y cuando pone la llave pare encenderlo y mirar el depósito de gasolina Xevi y yo nos miramos sin tragar saliva. Sale del coche, saca el contrato de la carpeta, firmamos y pagamos la liquidación por los gastos del alquiler de los 2 días. Nos despedimos, soplamos hondo y nos metemos en el hostel esperando ver al hombre entrando por la puerta a gritos, cagándose en nosotros y en nuestra familia. Nos quedamos esperando detrás de la puerta y lo que vemos no lo podemos creer. El hombre sube al coche, intenta encenderlo en varias ocasiones y de repente vemos como desaparece tan feliz como si nunca hubiese pasado nada. Nos miramos y no tenemos palabras. Solo sabemos que nunca compraremos un coche chino. Después lo pensábamos fríamente y hemos tenido mucha suerte pues dejó de funcionar justo en la puerta del hostel. Si hubiese sido en Casablanca, Valparaíso, en medio de las viñas en San Antonio, entonces sí que tendríamos un gran problema. Qué alivio al ver al hombrecillo alejarse en el coche.
Hoy nos alojamos en la habitación más económica. Dormitorio compartido sin baño por 10 US$/7€ por persona. En el hostel ya no hay ninguna cara conocida y las personas que hay son ingleses, alemanes y americanos bastante rarillos y sin chispa.
Conocemos a Raúl Águila, un competidor de la selección chilena de ski de montaña. Un chico muy majo de Chiloé que nos cuenta muchas historias de su mitología; Como que los piratas paraban en las islas para esconder los tesoros. Tesoros que de vez en cuando aparecen por algún lugar de las islas- Nos comenta que el último lugar donde estuvieron los españoles es Chiloé y mil historias más hasta altas horas de la madrugada acompañados por una botella de Pisco y Coca-Cola.
Es un chico un poco decepcionado con su país pues es un buen deportista y tiene que buscar patrocinadores par cuenta propia para participar en las competiciones mundiales.
Es uno de esos muchos deportistas que se echan a perder porque sienten que no les valoran lo suficiente en su país y cuando salen a fuera demuestran que son los mejores. Gente que si hubiese nacido en Andorra o incluso en Argentina su carrera profesional se escribiría de otra forma.
Perdidos por el mundo 