Desayunamos abundante pues tenemos muchas horas de bus y compramos el billete por 8.000 pesos/10,7€ por persona. Nos despedimos de Santiago y a las 9:30 tomamos rumbo a Mendoza. El trayecto es precioso, a medida que nos acercamos a la cordillera, vemos los cerros nevados y los cielos comienzan a despejarse de nubes, volviendo a ver el azul celeste después de mucho tiempo.
Pasamos por carreteras sinuosas con cientos de camiones parados en todas partes y pistas de ski a nuestro alrededor. Frío y nieve. En alguna ocasión los telesillas atraviesan la carretera y pasan por encima del autobús. Qué envidia! Así no importa que haga frío!! En la frontera estamos retenidos más de 1 hora y aprovechamos para comprar nuestro primer choripan en nuestro regreso a Argentina. En este caso el precio son 8 pesos/1,6€, esta vez los pesos ya son argentinos.
Carreteras sinuosas
Pistas de ski cruzando la carretera
El rincón del choripan
Cola de autobuses para cruzar la frontera
Ya en Argentina más nieve y más sol. Pasamos por el Puente del Inca que al estar rodeado de nieve, sus colores destacan muchísimo. La pena es que el autobús iba tan rápido que resultó ser una imagen bellísima pero fugaz.
Puente del Inca – Foto robada de Internet para que lo podáis ver
El paisaje y el color de los cerros de la cordillera Argentina ya comienza a resultar familiar pues es un entorno que ya conocemos de cuando estuvimos en Las Vegas (Potrerillos) hace ya 2 meses y pico.
Después de 8 horas llegamos a Mendoza y buscamos el siguiente bus a San Juan que sale a las 19 horas por 22 pesos/4,4€ por persona. Nos quedan todavía 2 horas y media para llegar. Al llegar a San Juan cogemos las mochilas y demás bártulos y vamos en busca de un hostel del que nos habló Raúl, el chico que conocimos en Santiago y que también aparece en la guía. Caminamos hasta reventar y cuando no podemos más paramos a un taxi y suerte, pues estábamos yendo en dirección equivocada ya que el hostel ha cambiado su ubicación. Ya nos extrañaba porque Raul había dicho que estaba cerquísima de la terminal. Ya podíamos buscar toda la noche… pues nunca lo encontraríamos.
Ciudad occidental de la Argentina, muchas veces denominada localmente, «capital», para evitar la confusión con la provincia. Casi en el centro de la región geográfica de Cuyo, capital de la provincia de San Juan. Situada en el centro norte del Valle del Tulum, al sur del río San Juan, a una altitud de 650 msnm. Se caracteriza por ser una ciudad de arquitectura moderna, con amplias calles, avenidas y veredas excelentemente bien trazadas con una espléndida y frondosa vegetación de árboles de distintas especies irrigados mediante canales o acequias, siendo el motivo por el cual se la conoce con el seudonomo de «ciudad oasis». Cuenta con una importante infraestructura de alojamiento y transporte. Se destacan modernas construcciones, ya que las antiguas fueron destruidas por el terremoto de 1944, y en los alrededores, el Embalse y dique Ullum, termas, museos, importantes plantaciones de vid, e industrias de distintos tipos, pero se destaca la industria del vino
Llegamos extenuados pero aún así tenemos ganas de caminar para estirar las piernas y tomar el aire. Vemos a Raúl en el hostel, tomamos una copa de vino juntos y nos recomienda un restaurante de comida típica Sanjuanina. Son las 22:30 pero en Argentina es la hora ideal para ir a cenar. El restaurante se llama Remolacha y pedimos una lasaña de carne y un chivito sanjuanino al vino blanco, para chuparse los dedos. Madre mía que bueno y abundante!! Suerte que estamos lejos del hostel y así podemos quemarlo un poco.
Esta noche dormimos calentitos pues por fin tenemos una estufa que aprovechamos a dejarla encendida hasta achicharrarnos.
Perdidos por el mundo 