Cuando llegamos a La Paz y bajamos del bus no nos lo podemos creer. Vaya noche más horrible. Recogemos el equipaje y entramos a la terminal a esperar a que se haga un poco más de día pues a las 7 am no es muy inteligente moverse por una capital desconocida. Sacamos la Lonely Planet y buscamos algún hotel que esté bien pues hoy más que nunca necesitamos un buen colchón.
La Paz o Nuestra Señora de La Paz (nombre oficial) es la capital del Departamento de La Paz, sede de gobierno de los poderes ejecutivo y legislativo de Bolivia. El censo de 2001 reflejó una población de 1.552.156 habitantes en toda el área metropolitana incluyendo a la ciudad de El Alto. El centro de la ciudad está aproximadamente a 3650 msnm y forma —junto con la ciudad de El Alto—, el segundo núcleo urbano más grande y poblado de Bolivia.
El Hotel Majestc tiene muy buena crítica y nos parece muy divertido pues en Barcelona hay uno con el mismo nombre pero es un 5 estrellas mega lujo. Este está en el centro de la ciudad así que nos apuntamos la dirección y a las 8:30 salimos a buscar un taxi. Antes de subirnos nos aseguramos que conociese bien el hotel y cerramos un precio de 10 bolivianos/1€ por el traslado. El taxista trató de convencernos para llevarnos a otro hotel pero le mentimos y le dijimos que ya teníamos la reserva hecha y que nos están esperando. Así ya no insistió más.
En 15 minutos ya estábamos delante de la puerta del hotel con todas nuestras cosas. Xevi entró a preguntar y a los 2 minutos salió con una gran sonrisa. Tenemos una habitación súper confortable con baño privado, desayuno, TV por cable, etc por 140 bolivianos/14€ la noche. Bolivia es una ganga.
Entramos en la habitación, nos sacamos la ropa polvorienta, nos damos una buena ducha, encendemos nuestra estufita y nos metemos en cama. Estamos tan muertos que dormimos hasta las 14 horas.
Nos quedamos relajadamente en el hotel hasta que el hambre nos obliga a salir. Nos recomiendan un restaurante que está a menos de 5 minutos del Majestic. El restaurante está dentro del Hotel Rosario. Es un lugar chulísimo, 100% para turistas con wi-fi en todo el hotel y cafetería en la tercera planta.
El restaurante es muy acogedor con una zona central donde hay un bufet riquísimo de ensaladas. Xevi pide un trío de brochetas de trucha del lago Titicaca, pollo y ternera con 3 tipos distintos de salsas, patatas fritas, arroz y verduritas y yo pedí una lasaña casera de carne. Además teníamos derecho al bufet de ensaladas. Nos pusimos las botas!! Aprovechamos para probar un vino tinto boliviano. No sabíamos que hacían vino en Bolivia pero después de probarlo tampoco nos interesa mucho. Es bastante malillo.
Trío de brochetas
Lasaña casera de carne con pan de ajo
Después de cenar, como no teníamos sueño subimos a la cafetería y aprovechamos para actualizar por fin un poco nuestro blog.
Perdidos por el mundo 